La persona que trabaja en su historia familiar encaja en la descripción de quien cumple con su deber. Conozco el esfuerzo, conozco el gasto. Conozco las dificultades por las que uno puede pasar para descubrir un nombre. Sé que nuestro Padre Celestial es consciente de estos esfuerzos. Y aquellos para quienes realizamos ordenanzas sagradas son conscientes de nuestros esfuerzos. A menudo, de forma milagrosa, aparecerá ante nosotros un camino claro a través de un campo de turbulencias.