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No podemos negociar ni negociaremos con terroristas. Sólo sentimos desprecio por ellos. Conciliar las diferencias con esta gente sin que cambien sus objetivos es condenar a nuestra República al estrangulamiento final y a la muerte.
No podemos negociar ni negociaremos con terroristas. Sólo sentimos desprecio por ellos. Conciliar las diferencias con esta gente sin que cambien sus objetivos es condenar a nuestra República al estrangulamiento final y a la muerte.