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  • Los niños son verdaderamente el mayor tesoro y el bien más preciado de la familia. Por consiguiente, hay que ayudar a todos a tomar conciencia de la maldad intrínseca del crimen del aborto. Al atentar contra la vida humana en sus primeras etapas, es también una agresión contra la propia sociedad. Por tanto, los políticos y legisladores, como servidores del bien común, tienen el deber de defender el derecho fundamental a la vida, fruto del amor de Dios.

    Pope Benedict XVI's address at a Meeting on Family and Life Issues In Latin America, w2.vatican.va. December 3, 2005.