-
Una escritora islámica recuerda su alegría por la ropa que llevaba de joven a una boda: Siempre eran de hermosos colores brillantes: carmesí, rosa, turquesa, púrpura, y bordados con brillantes cristales, lentejuelas y cuentas. ... Las chicas mayores y las mujeres llevaban blusas de seda con pedrería y faldas largas como las de las princesas. Yo también quería llevar esa ropa de cuento de hadas. Deseaba aún más llevar el sari que las mujeres llevaban con tanta elegancia y que favorecía sus curvas.