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  • ¿Recuerdas la tabla alta de la piscina? Después de días mirándola, por fin subías los húmedos escalones hasta la plataforma. Desde allí, estaba más alto que nunca. Sólo había dos formas de bajar: los escalones de la derrota o el salto de la victoria. Te quedaste en el borde, temblando bajo el sol abrasador, con un miedo mortal. Por fin te inclinaste demasiado hacia delante, era demasiado tarde para la retirada y te lanzaste. Conquistaste el trampolín y pasaste el resto del día buceando. Subiendo a mil trampolines derribamos el miedo y nos convertimos en seres humanos.