-
La prueba más fehaciente de una democracia está en la capacidad de cualquiera para actuar como quiera, siempre que no atente contra la vida o la propiedad de nadie más.
La prueba más fehaciente de una democracia está en la capacidad de cualquiera para actuar como quiera, siempre que no atente contra la vida o la propiedad de nadie más.