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  • La turba es el hombre que desciende voluntariamente a la naturaleza de la bestia. Su hora idónea de actividad es la noche. Sus acciones son dementes como toda su constitución. Persigue un principio; azotaría un derecho; alquitranaría y emplumaría la justicia, infligiendo fuego y ultrajando las casas y las personas de quienes las poseen. Se parece a la travesura de los muchachos, que corren con motores de fuego para apagar la aurora rubicunda que fluye hacia las estrellas.

    Ralph Waldo Emerson (1983). "Ensayos y conferencias", p.299, Library of America