Construí un conglomerado y me convertí en el hombre negro más rico del mundo en 2008, pero no fue de la noche a la mañana. Tardé 30 años en llegar a donde estoy hoy. Los jóvenes de hoy aspiran a ser como yo, pero quieren conseguirlo de la noche a la mañana. Eso no va a funcionar. Para crear una empresa de éxito, hay que empezar poco a poco y soñar a lo grande. En el camino de la iniciativa empresarial, la tenacidad de propósito es suprema.