-
Vivo mi vida cuarto a cuarto. Nada más importa: ni la hipoteca, ni la tienda, ni mi equipo y todas sus gilipolleces. Durante esos diez segundos o menos, soy libre.
Vivo mi vida cuarto a cuarto. Nada más importa: ni la hipoteca, ni la tienda, ni mi equipo y todas sus gilipolleces. Durante esos diez segundos o menos, soy libre.