-
Si no vemos un fracaso como un reto para modificar nuestro enfoque, sino como un problema con nosotros mismos, como un defecto de la personalidad, nos sentiremos inmediatamente abrumados.
Si no vemos un fracaso como un reto para modificar nuestro enfoque, sino como un problema con nosotros mismos, como un defecto de la personalidad, nos sentiremos inmediatamente abrumados.