-
Una vez más los cantos de la patria rugieron a los cielos a lo largo de las interminables columnas en marcha, y por última vez la gracia del Señor sonrió a sus ingratos hijos.
Una vez más los cantos de la patria rugieron a los cielos a lo largo de las interminables columnas en marcha, y por última vez la gracia del Señor sonrió a sus ingratos hijos.