-
Gracias a Dios, desde que dejé de beber vino, me encuentro mucho mejor, y me ocupo mejor de mis asuntos, y gasto menos dinero, y pierdo menos tiempo en compañías ociosas.
Gracias a Dios, desde que dejé de beber vino, me encuentro mucho mejor, y me ocupo mejor de mis asuntos, y gasto menos dinero, y pierdo menos tiempo en compañías ociosas.