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  • Antes pensaba que lo más importante era el talento. Ahora pienso que el joven debe poseer o enseñarse a sí mismo, entrenándose, en la paciencia infinita, que es probar y probar hasta que salga bien. Debe entrenarse en la intolerancia despiadada, es decir, desechar todo lo que sea falso, por mucho que le guste esa página o ese párrafo. Lo más importante es la perspicacia, es decir, la curiosidad, preguntarse, reflexionar y meditar por qué el hombre hace lo que hace, y si tienes eso, entonces no creo que el talento haga mucha diferencia, lo tengas o no.