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  • Mi padre me contó una vez una pregunta trampa que utilizó en una clase universitaria sobre control de incendios forestales. Si había un incendio que venía de cierta dirección y el viento venía de otra, ¿qué era lo mejor que se podía hacer? La respuesta correcta era: "Correr como alma que lleva el diablo y rezar para que llueva". Así que permítete la libertad de saber que hay momentos para abandonar, renunciar, correr, dejar la lucha y tener más tiempo para la alegría.