-
La música puede ministrar a las mentes enfermas, arrancar de la memoria una pena arraigada, arrasar los problemas escritos del cerebro, y con su dulce antídoto olvidadizo, limpiar el pecho lleno de todo lo peligroso que pesa sobre el corazón.
La música puede ministrar a las mentes enfermas, arrancar de la memoria una pena arraigada, arrasar los problemas escritos del cerebro, y con su dulce antídoto olvidadizo, limpiar el pecho lleno de todo lo peligroso que pesa sobre el corazón.