La misión y la obra [de Cristo] es ayudar contra el pecado y la muerte, justificar y traer la vida. Él ha puesto su ayuda en el bautismo y en el Sacramento [es decir, la comunión/Eucaristía/Cena del Señor], y la ha incorporado en la Palabra y en la predicación. A nuestros ojos, el Bautismo [con mayúsculas en el original] no parece ser más que agua ordinaria, y el Sacramento del cuerpo y la sangre de Cristo, simple pan y vino, como los demás panes y vinos, y el sermón, aire caliente de la boca de un hombre. Pero no debemos fiarnos de lo que ven nuestros ojos.