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  • "No juzguéis, para que no seáis juzgados"... es una abdicación de la responsabilidad moral: es un cheque en blanco moral que uno da a los demás a cambio de un cheque en blanco moral que uno espera para sí mismo. No hay escapatoria al hecho de que los hombres tienen que elegir; mientras los hombres tengan que elegir, no hay escapatoria a los valores morales; mientras los valores morales estén en juego, no hay neutralidad moral posible. Abstenerse de condenar a un torturador, es convertirse en cómplice de la tortura y el asesinato de sus víctimas. El principio moral a adoptar... es: "Juzga y prepárate para ser juzgado".