Autores:
  • Llámalo "admiración por el útero" o incluso "adoración del útero", pero no es simple envidia. Ni siquiera recuerdo haber querido ser mujer. Pero cada una de las tres veces que he estado presente en el nacimiento de uno de mis hijos, me he sentido abrumada por un sentimiento de reverencia... Fue de repente, el primer día de la creación; la Diosa dando a luz un mundo... Como los hombres desde el principio de los tiempos me pregunté: ¿Qué podré crear que iguale la magnificencia de esta nueva vida?