-
Satanás parecería ser amanerado y razonable; como si se contentara con la mitad del corazón, mientras que Dios lo reclama todo o nada: como, en verdad, tiene más razón para reclamar todo lo que hizo todo. Pero esto no es más que una astuta treta de Satanás; porque sabe que si él tiene alguna parte, Dios no tendrá ninguna: así que el todo recae sólo en su parte.