Guárdate, te ruego, de presumir que eres salvo. Si tu corazón es renovado, si aborreces lo que antes amabas, y amas lo que antes aborrecías; si realmente te has arrepentido; si hay un cambio completo de mente en ti; si has nacido de nuevo, entonces tienes razón para regocijarte: Pero si no hay cambio vital, si no hay piedad interior; si no hay amor a Dios, si no hay oración, si no hay obra del Espíritu Santo, entonces tu dicho "soy salvo" no es más que tu propia afirmación, y puede engañarte, pero no te librará.