Autores:
  • Mi amor es como una fiebre, anhelando todavía
    por aquello que por más tiempo cuida la enfermedad,
    alimentándose de lo que preserva la enfermedad,
    para complacer el incierto apetito enfermizo.
    Mi razón, el médico de mi amor,
    enfadada porque sus prescripciones no se cumplen,
    me ha abandonado, y ahora desesperado apruebo
    El deseo es la muerte, que la física no hizo.

    1609 Sonnets, sonnet 147.