Autores:
  • Un escritor sin gatos es casi inconcebible. Es un gusto perverso, en realidad, ya que sería más fácil escribir con una manada de búfalos en la habitación que incluso con un gato; hacen nidos en las notas y muerden la punta de la pluma y caminan sobre las teclas de la máquina de escribir.

    Barbara Holland (1994). “Secrets of the Cat: Its Lore, Legend, and Lives”, Ivy Books