Existe la falsedad de que algunos nacen con una atracción hacia su propia especie, sin que puedan hacer nada al respecto. Simplemente son "así" y sólo pueden ceder a esos deseos. Es una mentira maliciosa y destructiva. Aunque para algunos sea una idea convincente, es del diablo. Nadie está encerrado en ese tipo de vida. Desde nuestra vida premoral fuimos dirigidos a un cuerpo físico. No hay desajuste de cuerpos y espíritus. Los niños deben convertirse en hombres-masculinos, hombres varoniles-últimamente para convertirse en esposos y padres. Nadie está predestinado a un uso pervertido de estas facultades.