-
Ahora vivo de prestado, esperando en la antesala la llamada que inevitablemente llegará. Y luego, paso a lo siguiente, sea lo que sea. Por suerte, uno no tiene que preocuparse por eso.
Ahora vivo de prestado, esperando en la antesala la llamada que inevitablemente llegará. Y luego, paso a lo siguiente, sea lo que sea. Por suerte, uno no tiene que preocuparse por eso.