Autores:
  • Arabia era idólatra cuando, seis siglos después de Jesús, Muhammad introdujo el culto al Dios de Abraham, de Ismael, de Moisés y de Jesús. Los arrianos y algunas otras sectas habían perturbado la tranquilidad de oriente agitando la cuestión de la naturaleza del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Muhammad declaró que no había más que un Dios que no tenía padre ni hijo y que la trinidad importaba la idea de idolatría.