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  • El verdadero dolor no se cura con el tiempo... si el tiempo hace algo, es profundizar nuestro dolor. Cuanto más vivimos, más plenamente nos damos cuenta de quién era ella para nosotros, y más íntimamente experimentamos lo que su amor significaba para nosotros. El amor real y profundo es, como sabes, muy discreto, aparentemente fácil y obvio, y está tan presente que lo damos por sentado. Por eso, sólo en retrospectiva -o mejor, en el recuerdo- nos damos cuenta plenamente de su poder y profundidad. Sí, en efecto, el amor a menudo se hace visible en el dolor.