Hay un hermoso espíritu que respira ahora su melosa riqueza en los árboles, y, de un vaso lleno de ricos tintes, derrama nueva gloria en los bosques de otoño, y sumerge en cálida luz las nubes. La mañana en la montaña, como un pájaro de verano, Levanta su ala púrpura, y en los valles El viento suave, un dulce y apasionado cortejador, Besa la hoja sonrojada, y despierta la vida Dentro de los bosques solemnes de fresno profundamente encrespado, Y haya plateada, y arce de hojas amarillas, Donde el otoño, como un anciano débil, se sienta Al borde del camino cansado.