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  • En Hong Kong, Dallas o en casa -e independientemente de si he estado o no en la cama-, el desayuno es un ritual personal que sólo puede observarse adecuadamente a solas, y en un espíritu de auténtico exceso. El factor comida debe ser siempre masivo: cuatro Bloody Marys, dos pomelos, una cafetera, crepes Rangoon, medio kilo de salchichas, bacon o picadillo de ternera con chiles picados, una tortilla española o huevos Benedict, un litro de leche, un limón picado para sazonar al azar y algo parecido a un trozo de tarta de lima, dos margaritas y seis líneas de la mejor cocaína de postre.

    "Fear and Loathing at Rolling Stone: The Essential Writing of Hunter S. Thompson".