Los contribuyentes estadounidenses se verán obligados a pagar la factura de los abrumadores costes de la amnistía. Según la ley actual, una vez que 11 millones de inmigrantes ilegales reciban el estatus de libertad condicional, tendrán acceso inmediato a prestaciones federales como la Seguridad Social y la cobertura del Obamacare. Si antes pensábamos que teníamos un problema con el gasto público, sólo hay que esperar.