-
Haré del amor mi mejor arma y nadie a quien invoque podrá defenderse de su fuerza.
Podrán rebatir mi razonamiento; podrán desconfiar de mi discurso; podrán desaprobar mi vestimenta; podrán rechazar mi rostro; e incluso mis tratos podrán causarles sospechas; sin embargo, mi amor derretirá todos los corazones como el sol cuyos rayos ablandan la arcilla más fría.
Saludaré este día con amor en mi corazón.