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Mira, el consolador del mundo, con paso cansado,
Su calurosa tarea del día ha terminado en el oeste:
El búho, heraldo de la noche, grita: es muy tarde;
Las ovejas se han ido al redil, los pájaros a su nido;
Y las nubes negras como el carbón, que ensombrecen la luz del cielo,
nos llaman a separarnos y nos dan las buenas noches.