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El hombre puede ciertamente huir de Dios... pero no puede escapar de él. Puede ciertamente odiar a Dios y ser odioso a Dios, pero no puede cambiar en su opuesto el amor eterno de Dios que triunfa incluso en su odio.
El hombre puede ciertamente huir de Dios... pero no puede escapar de él. Puede ciertamente odiar a Dios y ser odioso a Dios, pero no puede cambiar en su opuesto el amor eterno de Dios que triunfa incluso en su odio.