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Recompense siempre sus largas horas de trabajo y esfuerzo de la mejor manera, rodeado de su familia. Cultiva su amor con esmero, recordando que tus hijos necesitan modelos, no críticos, y que tu propio progreso se acelerará cuando te esfuerces constantemente por presentar tu mejor cara a tus hijos. Y aunque hayas fracasado en todo lo demás a los ojos del mundo, si tienes una familia que te quiere, eres un triunfador.