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La próxima vez que se mire al espejo, fíjese en cómo se apoyan las orejas junto a la cabeza; observe cómo crece la línea del cabello; piense en todos los huesecillos de la muñeca. Es un milagro. Y la danza es una celebración de ese milagro.
La próxima vez que se mire al espejo, fíjese en cómo se apoyan las orejas junto a la cabeza; observe cómo crece la línea del cabello; piense en todos los huesecillos de la muñeca. Es un milagro. Y la danza es una celebración de ese milagro.