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No miraré al sol que se despierta, sino que su belleza correrá directa a mis sentidos; el aire la notará suave, el fuego purísimo; el agua la sugerirá clara, y la tierra segura; el tiempo no perderá nuestros pasos.
No miraré al sol que se despierta, sino que su belleza correrá directa a mis sentidos; el aire la notará suave, el fuego purísimo; el agua la sugerirá clara, y la tierra segura; el tiempo no perderá nuestros pasos.