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  • Si eres uno de los habitantes de la tierra, bendito sea tu padre, y tu gentil madre, benditos todos tus parientes. Sé que la felicidad debe hacer brotar cálidas lágrimas de sus ojos, cada vez que ven a su maravillosa hija ir al baile. Pero el destino de un hombre es más que dichoso: el que triunfe y te tome por esposa. Nunca he visto igual belleza en hombre o mujer. Estoy muy callado.