Una vez, hace mucho tiempo, Parminder le había contado a Barry la historia de Bhai Kanhaiya, el héroe sij que había atendido las necesidades de los heridos en combate, fueran amigos o enemigos. Cuando le preguntaron por qué prestaba ayuda indiscriminadamente, Bahai Kanhaiya había respondido que la luz de Dios brillaba en cada alma, y que él había sido incapaz de distinguir entre ellas.