-
Que hable el dios interior que hay en cada uno de nosotros. El templo es tu cuerpo, y el sacerdote es tu corazón: es de aquí de donde debe partir toda toma de conciencia.
Que hable el dios interior que hay en cada uno de nosotros. El templo es tu cuerpo, y el sacerdote es tu corazón: es de aquí de donde debe partir toda toma de conciencia.