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Porque yo soy yo: ergo, la verdad de mí mismo; mi propia esfinge, conflicto, caos, vórtice-asimétrico a todos los ritmos, oblicuo a todos los caminos. Soy el prisma entre el blanco y el negro: mi propio unísono en la dualidad.
Porque yo soy yo: ergo, la verdad de mí mismo; mi propia esfinge, conflicto, caos, vórtice-asimétrico a todos los ritmos, oblicuo a todos los caminos. Soy el prisma entre el blanco y el negro: mi propio unísono en la dualidad.