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Por muchas medidas que se tomen, los médicos a veces flaquean, y no es razonable pedir que alcancemos la perfección. Lo que sí es razonable es pedir que nunca dejemos de aspirar a ella.
Por muchas medidas que se tomen, los médicos a veces flaquean, y no es razonable pedir que alcancemos la perfección. Lo que sí es razonable es pedir que nunca dejemos de aspirar a ella.