Cuando escribes, quieres fama, fortuna y satisfacción personal. Quieres escribir lo que quieres escribir y sentir que es bueno, y quieres que esto dure cientos de años. No es probable que consigas todas estas cosas, y no es probable que dejes de escribir y te suicides si no lo consigues, pero ése es -y debería ser- tu objetivo. Cualquier otra cosa es insignificante.