Autores:
  • El amor sin verdad es sentimentalismo; nos apoya y afirma pero nos mantiene en la negación de nuestros defectos. La verdad sin amor es dureza; nos da información, pero de tal manera que no podemos escucharla realmente. El amor salvífico de Dios en Cristo, sin embargo, está marcado tanto por una veracidad radical sobre quiénes somos como por un compromiso radical e incondicional con nosotros. El compromiso misericordioso nos fortalece para ver la verdad sobre nosotros mismos y arrepentirnos. La convicción y el arrepentimiento nos mueven a aferrarnos y descansar en la misericordia y la gracia de Dios.

    Timothy Keller (2013). “The Obedient Master”, p.34, Penguin