-
Llega un momento, cuando estás perdiendo una batalla, en que no tiene sentido seguir luchando. No es que te rindas, es que tienes el sentido común de saber cuándo es suficiente.
Llega un momento, cuando estás perdiendo una batalla, en que no tiene sentido seguir luchando. No es que te rindas, es que tienes el sentido común de saber cuándo es suficiente.