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Querido Dios, ayúdame. No me olvides en esta pequeña ceniza perdida en una galaxia que está perdida: un corazón no más grande que una mota de polvo latiendo, latiendo contra la muerte, contra el sinsentido, contra la culpa, contra el dolor.
Querido Dios, ayúdame. No me olvides en esta pequeña ceniza perdida en una galaxia que está perdida: un corazón no más grande que una mota de polvo latiendo, latiendo contra la muerte, contra el sinsentido, contra la culpa, contra el dolor.