Creo que el perdón más elevado es aceptar que la creación está completamente enmarañada, con todas las cualidades posibles que tienen salida para expresarse. La gente tiene que aceptar de una vez por todas que sólo hay una vida y que cada uno de nosotros es libre de darle forma a través de las elecciones que hace. La búsqueda no puede sacar a nadie de la maraña porque todo está enredado... es mucho más fácil mantener la lucha entre el bien y el mal, lo santo y lo profano, nosotros y ellos. Pero a medida que crece la conciencia, estos opuestos comienzan a calmarse en sus enfrentamientos, y surge otra cosa: un mundo en el que te sientes como en casa.