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  • Hay lugares encantadores en este mundo que tienen un encanto sensual para los ojos. Uno los ama con un amor físico. Las personas que nos sentimos atraídas por el campo guardamos un grato recuerdo de ciertas fuentes, ciertos bosques, ciertos estanques, ciertas colinas, que se han convertido en lugares familiares y pueden tocar nuestro corazón como acontecimientos felices. A veces, el recuerdo se remonta a un claro del bosque, a la orilla de un río o a un huerto en flor, que sólo vimos una vez en un día feliz, pero que conservamos en el corazón.