Autores:
  • Era un fantasma solitario que pronunciaba una verdad que nadie oiría jamás. Pero mientras la pronunciaba, de alguna oscura manera no se rompía la continuidad. No era haciéndose oír, sino manteniéndose cuerdo como continuaba la herencia humana.

    George Orwell, A.M. Heath (2003). “Animal Farm and 1984”, p.129, Houghton Mifflin Harcourt