Autores:
  • Chauncey percibió un movimiento en la periferia de su campo de visión y giró la cabeza hacia la izquierda. A primera vista, lo que parecía ser un gran ángel que coronaba un monumento cercano se alzaba en toda su altura. Ni piedra ni mármol, el niño tenía brazos y piernas. Tenía el torso desnudo, los pies descalzos y unos pantalones de campesino le colgaban de la cintura. Bajó del monumento de un salto, con las puntas del pelo chorreando lluvia. Le resbalaba por la cara, oscura como la de un español.

    Becca Fitzpatrick (2012). “Hush, Hush”, p.2, Simon and Schuster