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  • ...Zedar se había ido... Sin embargo, como búho que soy, pude desplazarme silenciosamente de árbol en árbol hasta que lo alcancé... En realidad, no era difícil seguirlo, ya que había conjurado una luz tenue y verdosa para ver por ella... y para mantener a raya a los cacos. ¿Alguna vez te dije que Zedar le teme a la oscuridad? Eso añade otra dimensión a su situación actual, ¿no? Estaba abrigado hasta las orejas con pieles y murmuraba para sí mismo mientras avanzaba a tientas por la nieve. Zedar habla mucho consigo mismo. Siempre lo ha hecho. ...me acerqué a un árbol cercano y lo observé... encantado. Lo siento, no pude resistirme. No pude resistirme.