Autores:
  • Así que éste era el resto de su vida. Se sentía como en una fiesta a la que había sido invitado, pero en una dirección que no podía localizar. Alguien debía estar divirtiéndose con esta vida suya, sólo que, por el momento, no era él.

    Margaret Atwood (2004). “Oryx and Crake”, p.252, Anchor